A medida que tu perro envejece, notarás cambios en su conducta, su personalidad y su estado físico. La incontinencia es habitual en los perros mayores, y es importante que tú te sientas seguro de poder cuidar a tu mascota.
Si tu perro mayor es incontinente, dejará de orinar de la misma manera que cuando era más joven. Es posible que no sepa cuándo está orinando, que deje rastros de orina en el piso o que tenga dificultades para orinar. Es fundamental no reprenderlo por esta conducta, ya que no lo hace a propósito, sino porque no puede controlar estas funciones.
Al igual que los humanos, los perros pueden sufrir problemas digestivos que causan molestias, síntomas desagradables y, a veces, problemas de salud de mayor alcance. Su dieta es clave para ayudar a controlar las susceptibilidades digestivas y mantener un sistema digestivo saludable.
¿Cuál es la causa de la incontinencia en los perros?
Al igual que en los humanos, cuando los perros envejecen, su estado físico cambia. Los músculos se debilitan y el control nervioso sobre diferentes partes del cuerpo puede disminuir. La incontinencia puede ser causada por un simple envejecimiento de los músculos que rodean el sistema urinario y una falta de control sobre esos músculos.
Las perras son más propensas a desarrollar incontinencia que los machos, y algunas razas más grandes tienen una predisposición a sufrir este problema. Esto incluye boxer, doberman, schnauzer gigante, gran danés y pastor alemán. Entre la población de hembras esterilizadas, el 30 % de los animales que pesan más de 20 kg sufren de incontinencia; en razas más pequeñas, este índice es inferior al 10 %.
Hay sugerencias de que la obesidad puede tener un impacto en la probabilidad de incontinencia, sobre todo en las perras castradas. El concepto es que el peso de la grasa alrededor del sistema urinario tiene un impacto mecánico en los músculos, lo que puede llevar a la incontinencia.
Ciertos problemas urinarios subyacentes también pueden causar incontinencia; esto incluye inflamación del sistema urinario y cistitis, una infección o el desarrollo de "cálculos" (llamada urolitiasis). Las enfermedades generales, como la diabetes o los trastornos neurológicos, también pueden causar incontinencia, por lo que es importante llevar a tu perro al veterinario tan pronto como notes un cambio en su conducta relacionada con la micción.