Dependiendo de la raza de tu perro, la edad y una serie de factores genéticos, es posible que descubras que es propenso a las enfermedades de la piel. Existen varias maneras simples en las que puedes ayudar a la recuperación de tu perro, además de evitar problemas en el futuro.
¿Qué es lo que importa sobre la piel de tu perro?
La piel de un perro actúa como una barrera entre los órganos, los músculos, el esqueleto y su entorno. Es el órgano más grande de su cuerpo y, si se incluye el pelo, representa alrededor del 12% de su peso corporal total. Ofrece una protección vital contra los parásitos, almacena grasas, agua y vitaminas, y alberga terminaciones nerviosas sensoriales.
La piel es una barrera que evita la pérdida de agua, reduce la posibilidad de deshidratación y ayuda a regular la temperatura de su cuerpo. La piel de un perro también segrega sebo, una sustancia similar al aceite que crea una película biológica sobre la superficie de la piel. Esta película protege contra amenazas externas, al controlar el equilibrio entre las bacterias "buenas" y "malas", y ayuda a evitar que las bacterias se multipliquen. También mantiene el equilibrio del pH de la piel de tu perro, para ayudar a evitar la irritación provocada por los cambios ambientales.
Así, la piel de tu perro es un filtro importante entre su entorno y su cuerpo, y se le deben dedicar los cuidados adecuados.
¿Cuáles son los síntomas de enfermedades de la piel de mi perro?
Al igual que los síntomas de una enfermedad de la piel en un ser humano, tu perro puede sufrir de piel reseca, irritada o enrojecida en ciertas áreas. Su pelaje puede parecer reseco o grasoso, puede producirse pérdida de pelo o puedes notar que tiene caspa. Es probable que lo primero que detectes sea que tu perro se rasque más para tratar de aliviar algunas de las molestias.
Determinadas razas de perros tienen sus propias enfermedades de la piel. Los perros como los bulldogs ingleses o los carlinos pueden sufrir irritaciones debido a que las bacterias y los hongos se "atascan" en los pliegues de la piel. Los perros de tamaño mediano que pueden pasar mucho tiempo en el exterior o trabajando están expuestos a presiones ambientales, lo que significa que las defensas naturales de la piel necesitan un apoyo especial. Los pastores alemanes, los dálmatas, los schnauzers miniatura y los shih tzus tienen una piel igualmente sensible, por lo que es importante preguntarle al veterinario si existen predisposiciones genéticas a enfermedades de la piel que debas conocer.