Los perros tienden a observar jerarquías estrictas en sus relaciones, por lo que, cuando tu nueva mascota se encuentra con otros animales en el hogar, necesitan establecer sus propios roles y jerarquías para vivir en armonía.
Cuando se trata de hacer presentaciones, es importante respetar las necesidades tanto de los animales existentes como del nuevo perro, a fin de mantener la paz y trabajar hacia una coexistencia exitosa.
Cómo determinar si tus mascotas son compatibles
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Habla con el criador o el personal del refugio: Antes de llevar un cachorro a casa, habla con el criador o el personal del refugio sobre las medidas que se han tomado para sociabilizar al cachorro. Averigua cómo es el cachorro con otros perros y si ha estado expuesto a gatos si los tienes en casa.
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Comienza las presentaciones antes de llegar a casa: Antes de llevar un cachorro a casa, puedes darle una manta o un juguete de tu casa para que pueda acostumbrarse al olor de las mascotas que ya tienes y viceversa antes de presentarlos.
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Averigua sobre problemas preexistentes: Si estás rescatando un perro, es importante que hables con el personal del refugio si tienes más mascotas antes de decidir llevarlo a casa, a fin de saber si el perro tiene algún problema evidente con otros animales.
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Dales tiempo: Recuerda presentarlos gradualmente y no esperar que se acepten al instante. Tomará tiempo para que las mascotas que ya tienes acepten al nuevo miembro de la familia, y para el recién llegado también es un gran ajuste.
Cómo presentarles tu nuevo cachorro a los perros que ya tienes
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Presenta gradualmente a tu nueva mascota: Cuando tu cachorro llegue a casa por primera vez, llévalo a un área pequeña, tranquila y segura de la casa sin otras mascotas, para que se familiarice gradualmente con su nuevo entorno.
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Supervisa los primeros encuentros: Al presentar un perro o cachorro nuevo a cualquier mascota que ya tengas, siempre debe haber un adulto responsable para supervisarlos.
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Preséntalos en territorio neutro: Comienza por presentar tus perros fuera de la casa en un área neutra. Asegúrate de que ambos perros estén con correa y que puedas controlarlos. Déjalos que se olfateen e investiguen.
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Sé paciente: No le grites al perro mayor si no reacciona de la manera que quieres. Dale tiempo suficiente para que se acostumbre al nuevo perro.
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Mantenlos con la correa: Una vez que parezcan llevarse bien, y aún con las correas puestas, camina con uno al lado del otro de vuelta a casa y haz que entren a la casa juntos. Deja las correas puestas en caso de que necesites agarrar una rápidamente: es mucho más fácil agarrar una correa y controlar al perro que agarrar al perro, especialmente si se desata una pelea.
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Espera hasta que te sientas cómodo: Una vez que te sientas seguro de que todo está bien entre los perros, puedes quitar las correas mientras estás en la casa.